A continuación muestro con todo mi cariño y mi gratitud hacia ellos, el testimonio de algunas de las personas que depositaron su confianza en mí, y que compartieron durante el proceso lágrimas y risas.
Me siento muy orgullosa de todos vosotros. GRACIAS.
"Me habían dicho en innumerables ocasiones que debía aceptar que vivir con un TCA era muy complicado, y no tenía cura ni solución. Evidentemente, yo caída esta más triste, más destrozada, más hundida, desesperanzada... Más que vivir sobrevivía...
Pero entonces te conocí a tí (María), y lo cambiaste todo. Directamente podría decir que sobrevivía en el día a día, y que no sabía lo que era VIVIR con mayúsculas! Conocerte y empezar la terapia contigo ha sido el mejor regalo que me he podido hacer a mí misma; a pesar de las dudas y de los miedos lo repetiría una y mil veces más.
Encontramos la raíz de todos mis problemas y otros muchos más, superamos juntas mis traumas y todos los obstáculos que no me permitían tomar las riendas de mi vida. Incluso podría decir que estoy totalmente recuperada de mi TCA (aquel que me dijeron que sería de por vida).
Ahora sé que eso no es cierto, y que con un gran profesional como tú y la técnica correcta, trabajo y constancia, se puede superar. A día de hoy ya no me siento triste ni paso mis días sobreviviendo, sino que los disfruto , saboreo, me quiero, me cuido, me priorizo y sonrío cada día, porque tú, María, has conseguido todo esto y muchísimo más.
Te estaré eternamente agradecida.
Raquel, 32 años
"Llevaba toda mi vida con síntomas, llevaba años de terapias sin que ninguna me hubiera podido ayudar a liberarme de ellos y a sentirme bien. La manera en la que hemos trabajado juntas es sorprendente, yo nunca lo había hecho así. Ha habido sesiones muy duras en mi proceso, por mi historia traumática, pero aun así yo sabía cada día que estaba avanzando y que podía salir, y así ha sido. Hoy soy una mujer diferente, estoy contenta y me siento capaz de todo. Gracias por ayudarme y por tu cercanía y fuerza, verte a tí tan segura de lo que hacíamos en cada momento, a pesar de los momentos tan difíciles, ha sido un gran apoyo. Recomiendo a todo el mundo el trabajo con EMDR por lo alucinante y sorprendente que es, y porque realmente cura. Tengo contigo un vínculo de por vida. Gracias!!!"
Carmen, 37 años
"Algunas sesiones han sido clarividentes, hacer, como dice María, los "clicks" en algunas cosas. Me he asombrado muchas veces a mí misma cuando a veces he llegado a conclusiones como por arte de magia...
Y me he emocionado en muchas ocasiones, en cómo se experiencia lo negativo, y cómo te das cuenta de por qué te dolía tanto, pero también y sobre todo en los momentos en los que notaba que estaba curando mis heridas.
Siento que llegué bebé y me marcho adulta. Gracias."
Sandra, 43 años
"Mi experiencia con el EMDR ha sido absolutamente maravillosa, pero sin duda alguna, destaco el trabajo realizado por María al llevar a cabo este tratamiento. Te hace sentir segura, te da confianza y, sobre todo, te devuelve a la vida."
Ana, 27 años.
"Lo bueno de este tipo de terapia es que no te mandan deberes como en otras que yo había hecho... Aquí trabajas en las sesiones con María, y luego notas cómo se va haciendo el resto de la semana el proceso, sin que tú tengas que hacer nada aparte. A veces durante el proceso lo pasas mal, sobre todo cuando tienes tantas cosas traumáticas como tenía yo, pero aún así, siempre tienes la sensación de que algo muy diferente está pasando, de que te vas a curar, ves la luz al final del túnel. Eso nunca me había pasado en otros psicólogos."
Alberto, 37 años.
"Cada día que tenía sesión con María salía sintiéndome mejor de lo que había entrado, por muy mal que estuviera todavía. Desde que empecé he tenido siempre la sensación de que avanzaba, hasta que me sentí bien del todo. Ella te cuida, sabes que para ella es importante que estés bien".
Elena, 21 años