Sólo una reflexión.
Porque en el sector de bienestar y salud, igual que en tantos otros, la invasión de apps, podcasts, publicaciones, charlas, etc, exige una cierta clarificación.
Todos queremos cuidarnos a un nivel emocional, queremos que mente y cuerpo funcionen bien, queremos y necesitamos estar lo mejor posible, y buscamos la forma de poder conseguirlo, de manera rápida y con el menor coste posible.
Echamos un vistazo rápido en redes, y quedamos atrapados en el screen roll de infinitas publicaciones que nos dicen cómo deberíamos estar y cómo conseguirlo.
Absolutamente legítimo, tanto en quien busca una solución a sus problemas, como en quien emite las posibles opciones para solventarlos, entre las que me incluyo, porque hay que estar ahí también, porque es lo que nuestro tiempo y sociedad demandan.
Ahora bien, para los que nos dedicamos de manera profesional, en el entorno clínico, a ayudar, sostener, psicoeducar, cuidar y curar, a esas personas que se sienten tan perdidas y sin recursos para salir adelante, a veces resulta imperativo aclarar algunos conceptos y refrescar criterios, para evitar confusiones, y que la gente que de verdad lo necesita no siga teniendo ideas equivocadas y mantenga frustraciones innecesarias.
Quiero decir, que una cosa son los tips, las frases, contar lo que puede pasar y cómo, hablar de síntomas y dar pautas acerca de hábitos o de gestión emocional saludable, que a todos nos gustan y hasta nos pueden servir, y otra muy diferente es necesitar curarse de traumas, dinámicas disfuncionales, negligencias, abusos y daños, poder construir estructura e identidad, y rescatar y desarrollar capacidades de manera integrada.
Lo primero resulta entretenido, y puede ser suficiente para algunos, sobre todo para los que se dejan llevar por todo lo inmediato y rápido, sin tener que entrar demasiado a los porqués…
Y está muy bien para elegir opciones o posibilidades, cuando eres una persona mínimamente funcional.
Pero no pretendamos que tres frases puedan ayudar a alguien que no sabe ni quién es, ni lo que necesita o quiere, y, sobre todo, no les hagamos creer que deberían poder sentirse bien sólo escuchando ese podcast o leyendo ese libro, que les vale a todos.
Distingamos niveles, no es lo mismo la psicología positiva, el coaching o el hablar de emociones, que hacer un proceso de psicoterapia en condiciones.
Porque, cuando hay cosas que curar de verdad, es lo único que realmente lo consigue, aunque lleve más tiempo, y cueste más esfuerzo, y de un poquito más de miedo.
La gratificación de sentirse curado de manera estable, y empoderado en recursos de afrontamiento y en capacidad de resiliencia, debería ser suficiente motivo.
Pero un proceso de psicoterapia integradora como el que hacemos aquí, porque creemos en ello, porque vemos los resultados cada día, es mucho más.
Es que te permitas ser por fin quien eres y hasta ahora no has podido, es rescate de tí mismo, es posibilidad.
Comments are closed